SEMANA 4: JÚNTALO TODO

FUENTE: libro "Cerebro de pan" Dr. David Perlmutter.

Cuando llegue este momento ya estarás disfrutando de este "nuevo estilo de vida" y sintiéndote mucho mejor que hacer 3 semanas. Ya notarás la diferencia entre una comida que introduzca cereales en tu cerebro y una opción más saludable. Tu sueño habrá mejorado y habrás establecido una rutina habitual de ejercicio. Y ¿ahora qué?.

Si sientes que aún no has dado el máximo, no te asustes.

La mayoría tenemos por lo menos un punto débil en nuestra vida que requiere atención extra. Quizá eres de las personas a las que les cuesta mucho irse a dormir a las 10 cada noche, o quizás tu talón de Aquiles es encontrar el momento para hacer ejercicio la mayoría de los días de la semana o evitar la comida basura que hay por doquier. Utiliza esta semana para mantener el ritmo en tu nueva rutina. Identifica los aspectos de tu vida que te cuesta cambiar para seguir el programa y piensa qué puedes hacer para rectificarlos. He aquí algunos consejos que pueden serte útiles:

  1. PLANEA CADA SEMANA CON ANTICIPACIÓN. Te resultará bastante útil reservar unos cuantos minutos del fin de semana para planificar las actividades de la semana siguiente, teniendo en cuenta tu agenda y tus compromisos. Trata de predecir los días caóticos en los que te será más difícil encontrar tiempo para hacer ejercicio, y mira a ver si puedes ajustarlo con tu horario. Aísla tu área de dormir cada noche y acuéstate siempre a la misma hora, como si se tratara de una religión. Organiza la mayoría de tus comidas de la semana, sobre todo los almuerzos y las cenas. Solemos ser bastante rutinarios con el desayuno, pero corremos el riesgo de caer presas de las decisiones de último minuto a la hora del almuerzo en el trabajo, así como con la cena en caso de llegar hambrientos a casa. Pon atención a aquellos días en los que sabes que llegarás tarde y no tendrás energía para cocinar, y ten preparado un plan de emergencia.
  2. PREPARA LISTAS DE COMPRAS. Ten una lista a mano con independencia de que compres tus víveres a diario o una vez por semana. Esto te ayudará a ser más eficiente y a suprimir las compras compulsivas. También te ahorrará tener que estar adivinando cuáles de todos los alimentos disponibles en el mercado son una buena elección para comprar, cocinar y comer. Quédate dentro del perímetro del supermercado la mayor parte del tiempo, puesto que es ahí donde encontrarás los alimentos más naturales. Evita los pasillos interiores que están sobrecargados con alimentos procesados y envasados. Y no hagas las compras cuando estés hambriento; si lo haces, sentirás una atracción hacia comida nociva del tipo "azucarada" y "salada". Recuerda que los ingredientes frescos no duran más de 3 a 5 días salvo que los congeles. Te será útil tener espacio en el congelador para almacenar grandes cantidades de carne, pollo y verduras.
  3. CREA UNAS CUANTAS METAS "NO NEGOCIABLES". Si te hace ilusión ir a un mercado de tu localidad el jueves por la tarde, anótalo en el calendario como una meta "no negociable". Si sueñas con ir a probar un nuevo estudio de clases de gimnasia que acaba de abrir, reserva un tiempo específico para ello y hazlo. Crear metas "no negociables" te ayudará a esquivar aquellas excusas que surjan cuando te sientas con flojera o frustración a causa de otras tareas. También son una manera excelente te fortalecer tus puntos débiles. Aclara bien tus prioridades cuando establezcas el ritmo de tu semana, ¡y aférrate a ellas!.
  4. UTILIZA LA TECNOLOGÍA. Todos los días usamos la tecnología para que nuestra vida sea más fácil, así que ¿por qué no invertir en recursos online y en aplicaciones de alta tecnología que puedan ayudarnos a continuar con nuestras metas y a mantenernos sintonizados con nosotros mismos? Por ejemplo, en los últimos años ha explotado el mercado para las aplicaciones de seguimiento automático. Hay aparatos estupendos que puedes utilizar para saber cuántos pasos das al día, qué tal dormiste la noche anterior e incluso lo rápido que comes. Algunas de estas aplicaciones funcionan con los móviles inteligentes, mientras que otras requieren un dispositivo independiente, tales como el acelerómetro, que rastrea tus movimientos corporales a lo largo de todo el día.
  5. SÉ FLEXIBLE PERO CONSTANTE. No te castigues si te sales momentaneamente del grograma; todos somos humanos. Quizá tuviste un mal día y decidiste saltarte el gimnasio para salir una noche con tus amigos a cenar a un restaurante donde seguramente todo lo que se sirve está prohibido para ti. O quizá estés de vacaciones y te resulte inevitable cometer algunas indulgencias. Todo irá bien siempre y cuando retomes el control. Simplemente no permitas que un pequeño desliz te desencamine para siempre. Para lograrlo, trata de buscar una constancia en tus rutinas diarias. Constancia no significa ser rígido, sino comer y hacer ejercicio de formas que te sean útiles y no sientas que te estás yendo a los extremos o que estás haciendo algo que no te gusta. Encontrar tu propia versión de constancia será la clave para el éxito; entonces podrás adaptar este programa a tu vida a partir de las pautas generales y mantenerlo de forma constante.
  6. ENCUENTRA MOTIVACIONES. Tener motivaciones suele ser una ayuda. Cualquier cosa puede motivar, desde el deseo de correr los 10 kms. de tu ciudad, hasta planear un viaje al Kilimanjaro con tus hijos, ya adultos. La gente que decide centrarse en su salud suele hacerlo por razones específicas, como "Quiero tener más energía", "Quiero vivir más", "Quiero perder peso", y/o "No quiero morir como lo hizo mi padre, madre, ...". Mantén un panorama general. Eso te ayudará no solo a mantener este "Nuevo estilo de vida" saludable, sino también a recuperar el control si resulta que haces trampa de manera ocasional.

A VECES EL PROGRESO ES MEJOR QUE LA PERFECCIÓN.

 EQUILIBRAR

Como sucede con muchas otras cosas en la vida, descubrir y establecer un nuevo hábito es cuestión de equilibrio. Después que hayas cambiado tu conducta frente a la comida y el ejercicio, así como tu manera de comprar, cocinar y ordenar los alimentos, habrá momentos en que los viejos hábitos surgirán de nuevo. No espero que no vuelvas a comer una porción crujiente de pizza o un cruasán; lo que espero es que ahora que tienes este conocimiento seas consciente de las verdaderas necesidades de tu cuerpo y vivas lo mejor que puedas todos los días con esta recién encontrada sensibilidad.