EPIDÍDIMO

El epidídimo es un tubo estrecho y alargado, situado en la parte superior del testículo; conecta los conductos deferentes al reverso de cada testículo. Está constituido por la reunión y apelotonamiento de los conductos seminíferos. Se distingue una cabeza, cuerpo y cola que continúa con el conducto deferente. Tiene aproximadamente 5 cm de longitud por 12 mm de ancho. Está presente en todos los mamíferos machos. Es parte del aparato reproductor masculino.

Estructura

Si se pudiera estirar, el epidídimo alcanzaría unos 6 metros de longitud. Los conductos del epidídimo están revestidos con epitelio cilíndrico pseudoestratificado y recubiertos por capa de músculo liso. En él se almacenan los espermatozoides para que adquieran movilidad y su estructura definitiva; estos pueden permanecer ahí hasta cuatro semanas. Las superficies libres de las células cilíndricas contienen microvellosidades y ramificaciones que se llaman estereocilios.

Funcionalidad

Desde el punto de vista funcional, los conductos del epidídimo son los responsables tanto de la maduración como de la activación de los espermatozoides (los cuales requieren entre 10 y 14 días)

En biología animal

  • Situado en la porción superior y lateral del testículo.
  • Presenta una sección triangular al corte.
  • Responsable de la maduración de los gametos masculinos.
  • Estructura:
    • Cabeza: longitud variable según la especie. Su función principal es reabsorber agua.
      • Conductos eferentes.
      • Células (basales o profundas, glandulares, con estereocilias).
    • Cuerpo o conducto: los espermatozoides terminan su maduración.
    • Cola: conexión al conducto deferente. Es el sitio de almacenamiento de los espermatozoides maduros.
  • Tiempo de recorrido: tiempo de regeneración.

Los conductos del epidídimo también almacenan espermatozoides y los expulsan hacia la uretra durante la eyaculación mediante contracciones peristálticas de su músculo liso. Los espermatozoides pueden permanecer almacenados en los conductos del epidídimo por más de cuatro semanas. Después de ese tiempo, se expulsan fuera del epidídimo o se reabsorben.