DESCRIPCIÓN Y FUNCIONES

El sistema olfativo tiene varios propósitos:

  • Detectar y orientarse a una fuente de nutrientes.
  • Evaluar el estado, tipo y calidad nutritiva de la fuente de nutrientes.
  • Detectar una pareja para el apareamiento.
  • Reconocer un territorio demarcado odoríficamente.
  • Detectar información del medioambiente (peligros tales como humo, depredadores o presas; nivel de humedad, otras especies circundantes).
  • Crear una representación del olor.
  • Determinar la concentración del olor.
  • Distinguir un nuevo olor de entre los olores ambientales en segundo plano.
  • Identificar los olores en diferentes concentraciones.
  • Relacionar el olor con el recuerdo de lo que representa.

Para llevar a cabo estas funciones, el sistema utiliza muchas zonas cerebrales. Las representaciones olorosas pueden estar codificadas en un espacio (un patrón de neuronas activadas en una cierta región cerebral corresponden al olor), tiempo (un patrón de impulsos nerviosos llevados a cabo por múltiples neuronas corresponden al olor) o la combinación de los dos. Los científicos debaten si el código olorífero es principalmente temporal o espacial.

Calificación de una partícula olorífica

Una partícula para que sea perceptible olorificamente debe cumplir algunos requisitos:

  • Ha de ser muy volátil con capacidad de transporte aéreo.
  • Ha de tener un tamaño molecular adecuado para ser detectado por los receptores.
  • Ha de tener la capacidad de humectarse con el epitelio olfativo.
  • Ha de estar en condición de Nanopartícula o al estado gaseoso.
  • Ha de ser químicamente activa.
  • Ha de estar en la suficiente concentración por unidad volumétrica para ser perceptiva.