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Recientes hallazgos científicos señalan que la flora intestinal que habita en los delicados pliegues de tus muros intestinales:

  • Intervienen en la digestión y en la absorción de los nutrientes.
  • Crea una barrera física contra los invasores potenciales, como bacterias dañinas (flora patógena), virus nocivos y parásitos perjudiciales. Algunos tipos de bacterias tienen filamentos que parecen cabellos y que las ayudan a moverse, y se ha demostrado recienetemente que los "flagelos", como se conoce a estos filamentos, pueden incluso frenar el avance de un rotavirus estomacal letal.
  • Actuan como máquina desintoxicante. Las bacterias intestinales intervienen en la prevención de infecciones y ejercen de línea de defensa frente a numerosas toxinas que logran llegar a los intestinos. De hecho, dado que la flora intestinal neutraliza buena parte de las toxinas presentes en los alimentos, podría ser considerada un segundo hígado. Por lo tanto, cuando la cantidad de bacterias buenas en los intestinos se reduce, la carga de trabajo del hígado aumenta.
  • Influye enormemente en la respuesta del sistema inmunitario. Contrariamente a lo que podrías pensar, los intestinos son el órgano más grande del sistema inmunitario. Asimismo, las bacterias instruyen y ayudan al sistema inmunitario al controlar ciertas células inmunológicas y al prevenir la autoinmunidad (un estado en el cual el cuerpo ataca sus propios tejidos).
  • Produce y libera enzimas y sustancias importantes que intervienen en tus procesos biológicos, así como sustancias químicas beneficiosas para el cerebro, incluidas vitaminas y neurotransmisores.
  • Te ayudan a controlar el estrés gracias al efecto que la flora tiene en tu sistema endocrino (es decir, en el sistema hormonal).
  • Favorece un buen descanso por la noche.
  • Ayuda a controlar las respuestas inflamatorias del cuerpo, las cuales, a su vez, intervienen en el riesgo de desarrollar prácticamente cualquier tipo de enfermedad crónica.

Como puedes ver, las bacterias buenas que viven en un tracto digestivo saludable no son invasoras que disfrutan de la comida y de la vivienda gratis. Intervienen en el riesgo de desarrollar no solo trastornos cerebrales y enfermedades mentales, sino también cáncer, asma, alergias alimenticias, alteraciones metabólicas como diabetes y obesidad, y enfermedades autoinmunes, puesto que influyen tanto directa como indirectamente en distintos órganos y sistemas del cuerpo. En pocas palabras, ellas están a cargo de tu salud.