NUESTRO MICROBIOMA DESDE EL NACIMIENTO

FUENTE: "Alimenta tu cerebro"

TE VIENE DE NACIMIENTO... EN CIERTO MODO

Mucho de lo que sabemos sobre el microbioma proviene del estudio de los llamados ratones libres de gérmenes. Se trata de ratones que han sido alterados científicamente para que no tengan ninguna bacteria en los intestinos, lo cual permite a los investigadores estudiar los efectos del microbioma inexsistente o, por el contrario, exponer a los animales a ciertas cepas y observar qué ocurre. Se ha demostrado que las ratas de laboratorio libres de gérmenes, por ejemplo, padecen ansiedad aguda, incapacidad para controlar el estrés, inflamación intestinal y sistémica crónica, y bajos niveles de una hormona importante para el crecimiento cerebral llamada FNDC (Factor Neurotrófico del Cerebro). Sin embargo, estos síntomas se revierten cuando las ratas reciben una alimentación rica en Lactobacillus belveticus o Bifidobacterium longum, dos probióticos comunes.

Se cree que todos estuvimos alguna vez libres de gérmenes, cuando estábamos en el útero de nuestra madre, que es un ambiente relativamente estéril.

La creencia actual es que, en el momento en el que pasamos por el canal de nacimiento y nos exponemos a los organismos presentes en la vagina, nuestro microbioma comienza a desarrollarse. Incluso la materia fecal en la zona perianal de la madre ayuda a inocular al reción nacido microorganismos beneficiosos para su salud.

Por lo tanto, la forma en que naciste afecta al desarrollo inicial de tu microbioma, que a su vez influyó en tu punto de referencia inflamatoria innato. Y además determina en cierto grado tu salud.

Numerosos estudios de alto nivel han comparado la deferencia entre niños nacidos por cesárea y niños nacidos por vía vaginal. Además de comparar las características dominantes de los microbiomas de ambos grupos, han examinado las implicaciones de salud asociadas y han llegado a varias conclusiones alarmantes. Estos estudios han demostrado que hay una correlación clara entre lo que coloniza los intestinos de un bebé y lo que puede hallarse en el canal de nacimiento de la madre.

Una investigación fascinante que realizó en 2010 un equipo de investigadores reveló que, cuando establecían el perfil bacteriano de las madres y de sus recién nacidos por medio de la secuenciación de ADN, los niños nacidos por vía vaginal obtenían colonias similares a las del microbioma vaginal de su madre, en las que predominaban los lactobacilos, mientras que los bebés nacidos por cesárea adquirían colonias similares a las encontradas en la superficie cutánea, en las que abundaban los estafilococos, que son bacterias potencialmente dañinas.

En 2013, el Canadian Medical Association Journal publicó un estudio que demostraba de forma contundente cómo la alteración del microbiota intestinal del bebé se relaciona con muchos problemas inflamatorios e inmunológicos, como alergias, asma e incluso cáncer. Estos científicos subrayaron la importancia del método de nacimiento del bebé, así como si fué amamantado o alimentado con leche artificial. Se refieren acertadamente a la microbiota intestinal como un "superórgano" que desempeña "distintos papeles en la salud y en la enfermedad".

En un comentario sobre este estudio, el doctor Rob Knight, del pretigioso laboratorio Knight de la Universidad de Colorado, declaró que "los niños nacidos por cesárea o alimentados con leche artificial podrían tener mayor riesgo de desarrollar una serie de trastornos en el futuro; ambos procesos alteran la microbiota intestinal de los bebés sanos, lo que podría ser el mecanismo que genere mayor riesgo de enfermedad".

Asimismo, como describe el doctor Martin Blaser en su magnífico libro Missing Microbes, todas las mujeres estadounidenses que dan a luz por cesárea reciben antibióticos, lo que significa que todos los niños que nacen por vía quirúrgica comienzan su vida expuestos a potentes antibióticos. ¡Es un doble revés para esos pequeños!

Los estudios también han demostrado que los bebés nacidos por vía vaginal presentan niveles mucho mayores de bifidobacterias, un grupo de bacterias intestinales beneficiosas que ayudan a que el revestimiento intestinal madure con mayor rapidez. Por otra parte, los bebés que nacen por cesárea carecen de este tipo de bacterias buenas.

Podríamos pensar en el proceso de nacimiento como el mecanismo a través del cual el recién nacido recibe una serie de instrucciones para empezar su vida de forma saludable.

Es el último gran regalo que recibe el bebé de su madre antes de salir al mundo.