LPS: EL ARTEFACTO INCENDIARIO

FUENTE: "Alimenta tu cerebro"

 

LPS o LIPOPOLISACÁRIDOS

Si alguna vez ha existido un villano biológico despiadado que activa las respuestas inflamatorias del cuerpo, sin duda es el lipopolisacárido.

Se trata de una combinación de lípidos (grasas) y azúcares, y es uno de los principales componentes de la membrana exterior de ciertas bacterias. Además de ofrecer suficiente integridad estructural a la bacteria, los LPS (lipopolisacáridos), también impiden que estas bacterias sean digeridas por la bilis producida por la vesícula. Las bacterias protegidas por los LPS, también llamadas bacterias "Gram negativas" -es decir, el tipo de bacterias que no retienen el tinte púrpura que se utiliza en el método de tinción de Gram utilizado para diferenciar bacterias-, por lo general abundan en el intestino y representan hasta el 50 o incluso el 70% de la flora intestinal.

Desde hace mucho sabemos que el LPS (el cual se clasifica como endotoxina, o toxina proveniente del interior de la bacteria) induce una respuesta inflamatoria agresiva en los animales si logra abrirse paso hasta el torrente sanguíneo.

El LPS suele usarse experimentalmente en investigación para generar una inflamación instantánea en estudios de laboratorio. Los modelos animales que se utilizan para estudiar enfermedades tan distintas com Alzheimer, esclerosis múltiple, afecciones inflamatorias intestinales, diabetes, Parkinson, ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica), artritis reumatoide, lupus, depresión e incluso autismo, emplean LPS por su capacidad de provocar con rapidez una inflamación en el cuerpo. Esto permite a los científicos estudiar estos trastornos y determinar su relación con la inflamación. De hecho, los estudios en humanos muestran que en muchas de estas enfermedades se observan marcadores de LPS elevados.

En general, las uniones estrechas que existen entre las células que revisten el intestino impiden la entrada de los LPS al torrente sanguíneo. Sin embargo, como ya te imaginarás, cuando esas uniones se ven afectadas y el revestimiento se hace permeable, los LPS entran en circulación e intensifican la inflamación y causan estragos. Por esta razón, sabemos que los niveles de LPS en sangre no solo indican inflamación en general, sino también permeabilidad intestinal.

Los niveles elevados de LPS en la sangre podrían estar contribuyendo en gran medida al aumento de "beta amiloide" (una proteína que está fuertemente implicada en la patología del Alzheimer) en el cerebro, la cual es característica del Alzheimer. Otros estudios han demostrado que ratones que recibieron inyecciones de LPS en el abdomen mostraron serios problemas de memoria.

Esisten evidencias de que hay 3 veces más LPS en el plasma sanguíneo de un paciente con Alzheimer que en el de una persona que está sana.

Todos tenemos LPS en los intestinos porque es un componente estructural importante de muchas de las bacterias que habitan ahí, pero no debería adentrarse en nuestro torrente sanguíneo, donde puede ser muy destructivo.