DESCUBRE POR QUÉ

FUENTE: "Alimenta tu cerebro"

Vivencia del Dr. Davil Perlmutter:

Cuando Mary llegó a mi consultorio, llevaba más de un año tomando numerosos antidepresivos y ansiolíticos, sin resultado alguno. Lo que la motivó a visitarme fue que también sufría de graves lapsus de memoria que relacionó con posibles síntomas iniciales de Alzheimer. Pero descartamos esa posibilidad casi de inmediato tras pedirle que se hiciera unas pruebas para hacerme una idea de su capacidad mental y le hice varias preguntas sobre sus hábitos y su estilo de vida.

  • ¿Tomaba antibióticos cada cierto tiempo?
  • ¿Seguía una dieta alta en carbohidratos? . (De hecho, luchaba por bajar de peso con una dieta baja en grasas.)
  • ¿Tomaba otros medicamentos? Sin duda: estatinas para el colesterol alto, esomeprazol para el reflujo gástrico y píldoras para dormir, por aquello del insomnio.

Eso me bastó para saber que el microbioma de esta mujer estaba enfermo y necesitaba con urgencia un programa de rehabilitación.

3 meses después, tras hacer unos ligeros cambios en su alimentación, Mary empezó a dejar los medicamentos y se sentía "una mujer nueva". Recuperó su tranquilidad y agilidad mental, dormía plácidamente por las noches y ya no se veía como alguien depresivo. Incluso perdió el peso extra que durante más de una década la había abrumado.

¿Crees que fué una transformación atípica? En absoluto.

SIMPLES CAMBIOS ALIMENTICIOS.

He observado que este cambio alimenticio fundamental elimina por sí la depresión y sus parientes cercanos, desde la ansiedad crónica y la mala memoria hasta el TDAH.

Resulta que, si tu intestino está de mal humor, también lo estará tu mente.