CLAVE 2: DISMINUYE LOS CARBOHIDRATOS Y HAZ TUYAS LAS GRASAS DE ALTA CALIDAD

FUENTE: "Alimenta tu cerebro"

 Hemos sido moldeados por la naturaleza a lo largo de las generaciones pasadas. Durante los últimos 6.000 años, nuestra dieta ha consistido en frutas y verduras de temporada, incorporando animales domésticos y silvestres. Hoy en día, la alimentación de la mayoría gira en torno a los cereales y a los carbohidratos, y muchos de estos alimentos contienen gluten -la proteína arruinaintestinos y alteramicrobiomas por excelencia-, cuyos efectos negativos llegan hasta el cerebro.

Dejando a un lado el factor gluten, una de las principales razones por las que consumir tantos cereales y carbohidratos resulta tan nocivo para la salud es porque provocan picos de azúcar en sangre, a diferencia de alimentos como la carne, el pescado, las aves y las verduras.

Cuantos más azúcares consumas -aunque sean artificiales-, más enfermará tu microbioma.

En inaceptable que las enfermedades no contagiosas y prevenibles sean responsables de más muertes en todo el mundo que el conjunto de las enfermedades restantes. ¿Cómo es posible? Vivimos más tiempo que las generaciones anteriores cercanas, pero no necesariamente mejor. No hemos logrado evitar ni curar enfermedades que somos susceptibles de padecer en la vejez. No conozco a nadie que quiera llegar a los 100 años sabiendo que en sus últimos 20 tendrá una mala calidad de vida.

Estoy convencido de que el cambio de dieta durante el último siglo es responsable de muchas de nuestras dolencias actuales. Al pasar de una dieta alta en grasas, alta en fibra y baja en carbohidratos a una baja en grasas, baja en fibra y alta en carbohidratos, hemos comenzado a padecer trastornos crónicos relacionados con el cerebro.

Los primeros hombre, debían de cazar sus alimentos, ya que solo comía carne (alta en grasas) y pescado, y ocasionalmente azúcares de origen vegetal y, si la temporada lo permitía, frutas. Tú no necesitas recurrir a la caza porque tienes acceso a todo tipo de grasas y azúcares procesados.

Tus primeros padres y tú, tenéis cerebros que funcionan de la misma forma, pero las fuentes de nutrientes de cada uno son del todo distintas.

Una de las premisas centrales del libro "Cerebro de pan", es que la grasa -y no los carbohidratos- es el combustible predilecto del metabolismo humano y que lo ha sido durante el transcurso de la evolución humana. Claro que para ello hay que elegir grasas de buena calidad, y no alimentos "altos en colesterol".

En un estudio, publicado en 2012 en rl "Journal of the American Medical Asociation", científicos de Harvard demostraron los efectos de 3 dietas populares en un grupo de adultos con sobrepeso u obesos. Los participantes siguieron la dieta durante un mes. Una de ellas era baja en grasa (el 60% de las calorías provenían de carbohidratos, el 20% de grasa y el otro 20% de proteínas); otra era de IG bajo (el 40% de las calorías provenían de carbohidratos, el 40% de grasa y el 20% de proteínas); y la tercera era muy baja en carbohidratos (el 10% de calorías provenían de carbohidratos, el 60% de grasas y el 30% de proteínas). Aunque todas las dietas tenían la misma cantidad de calorías, los resultados fueron muy diversos.

Aquellos que siguieron la dieta baja en carbohidratos y alta en grasas quemaron una mayor cantidad de calorías. El estudio también evaluó la sensibilidad a la insulina de los participantes durante las 4 semanas que duró el protocolo. Descubrieron que la dieta baja en carbohidratos desencadenaba la mejoría más significativa en términos de sensibilidad a la insulina; casi el doble que la dieta baja en grasas. Los autores del estudio también señalaron que las personas que siguieron la dieta baja en grasas mostraron cambios en su química sanguínea que las hacía propensas a un aumento de peso. Por lo tanto, concluyeron que la mejor dieta para mantener el peso ideal es una baja en carbohidratos y alta en grasas.

Ten en cuenta que la dieta para alimentar el cerebro, necesita que el plato fuerte contenga principalmente frutas y verduras de temporada altas en fibra que crezcan por encima de la tierra, y que la carne sea más bien la guarnición. Un plato ideal es una porción grande de verduras (2/3 partes del plato) y entre 85 y 110 gramos de proteína.

ALIMENTOS PARA EL CEREBRO

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