ENEMA PROBIÓTICO

FUENTE: "Alimenta tu cerebro"

PRUEBA EL ENEMA PROBIÓTICO, con autorización médica.

No puede recetarse un enema a cualquier paciente, pero son incontables los que se han beneficiado de este procedimiento casero. Es la mejor forma de introducir los probióticos directamente en el intestino.

Los enemas, uno de los remedios más antiguos que data del imperio egipcio y de la cultura maya, se usan para limpiar el tramo inferior del colon al inyectar fluido por el recto. (De hecho, la palabra de origen griego, significa "inyectar"). También se utilizan para administrar cierto tipo de terapias directamente en el colon. Es imperativo que obtengas la autorización de tu médico antes de usar un enema, ya que podrías dañar la zona. Si tu facultativo accede a ello, esto es lo que necesitarás:

  • Bolsa de enema
  • 3-6 cápsulas de probióticos o 1/8 de cucharadita de probiótico en polvo. (Asegúrate de que incluya bifidobacterias, pues estas son la flora dominante del colon, mientras que el acidophilus prefiere el intestino delgado.)
  • Agua filtrada con osmosis o embotellada en botella de cristal sin gas, (sin cloro)
  • Lubricante (opcional)
  • Privacidad
  1. Debes ponerte el enema por la mañana después de hacer de vientre.
  2. LLena una taza grande con 350 mililitros de agua filtrada tibia a unos 30-36 grados.
  3. Abre las cápsulas de probióticos, vierte su contenido en el agua filtrada y tíbia, y mézclalo.
  4. Llena la bolsa de enema con la mezcla probiótica, cerrándola anteriormente con la llave de paso que viene incluida con el artefacto, para que no se vacíe fuera.
  5. Deja salir el aire del tubo con el grifo de paso de la boquilla.
  6. Enrosca en la boquilla el puntero que se suministra con el artefacto.
  7. Túmbate de costado (del lado izquierdo tocando el suelo o del que te vaya mejor) sobre una toalla o en la bañera.
  8. Inserta la punta de la boquilla por el recto (puedes usar lubricante, si eso te ayuda).
  9. Sostén la bolsa por encima de la boquilla y abre el grifo para que el líquido fluya hacia el colon.
  10. Al terminar de introducir el líquido, cierra el grifo de la boquilla y retírala del recto.
  11. Ahora colócate en posición mirando al cielo e intenta mantener el líquido en el colon durante unos 30 minutos si es posible.
  12. Al pasar el tiempo ya puedes levantarte y evacuar el líquido en el WC.

La frecuencia depende de tus necesidades específicas.