UN CASO REAL: JASON 2ª PARTE

FUENTE "Alimenta tu cerebro"

No consideré que fuera necesario someterle a demasiadas pruebas de laboratorio, aunque sí pedí un análisis de heces fecales para tener una idea del estado de salud de su intestino. Y fue entonces cuando decubrí lo que imaginaba desde un principio: el intestino de Jason apenas tenía lactobacilos, lo cual indicaba que le habían asestado un buen golpe al microbioma.

Hice el primer seguimiento con la madre de Jason 3 semanas después. Para entonces había iniciado un tratamiento intenso de probióticos orales y vitamina D. La señora tenía buenas noticias: la ansiedad de Jason había disminuido considerablemente y por primera vez había sido capaz de atarse los cordones él mismo. Asimismo, para asombro de sus padres, se subió a una montaña rusa y, también por primera vez, pasó una noche fuera de casa, 5 semanas después, la madre me informó de que, a pesar de que Jason seguía mejorando, deseaba probar con los trasplantes fecales para conseguir mayores mejorías. Al parecer había hecho su trabajo y se había informado bastante al respecto.

El trasplante de microbiota fecal (FMT, por sis siglas en inglés) es la terapia más agresiva que existe hasta el momento para reiniciar y recolonizar un microbioma muy enfermo. Esta terapia no está disponible en muchas partes de EEUU, y se utiliza solo para el tratamiento de ciertas infecciones por Clostridium difficileC. diff〉. Pero es probable que esto cambie, dada la acumulación de datos que confirman su utilidad y efectividad en el tratamiento de numerosas enfermedades, en particular del sistema nervioso.)

Antes de que saques conclusiones sobre este procedimiento, cuyo desagradable nombre deja mucho a la imaginación, permíteme explicarte en qué consiste el FMT. Así como tratamos el fallo renal o hepático con trasplantes, hoy en día existe una forma increíblemente eficaz para restablecer el equilibrio y la diversidad del microbioma intestinal: trasplantar bacterias beneficiosas de un individuo sano al colon de otra persona. Esto se hace extrayendo materia fecal en la que se desarrollan bacterias beneficiosas para luego introducirlas en el intestino enfermo. (Quiero aclarar que yo no realizo este procedimiento, aunque sí les ofrezco a mis pacientes información sobre clínicas en las que se lleva a cabo. Esta es una industria que está creciendo con rapidez, por lo que se requiere una investigación cuidadosa por parte del paciente y del donador antes de proceder al trasplante, así como médicos experimentados.)

La madre de Jason pidió que se le realizara el trasplante fecal, y la donante fue la hija de una amiga que gozaba de buena salud.

Mi siguiente contacto con la familia fue a través de un vídeo que me enviaron al móvil mientras daba una conferencia en Alemania un mes después. Este breve clip me dejó sin aliento y me llenó los ojos de lágrimas. Mostraba a Jason, lleno de vida y feliz, saltando de arriba abajo en un trampolín, hablando con su madre con más fluidez que nunca. No había ningún mensaje acompañando el vídeo; no era necesario.

Cuando volví de Europa, llamé a la madre de Jason para que me contara las novedades más recientes. Y esto fue parte de lo que me dijo: "Jason está mucho más parlanchín, y ahora es él quien inicia las conversaciones. Ya no se comunica por escrito ni habla solo consigo mismo. Está tan tranquilo y participativo... El otro día se sentó en una silla durante 40 minutos para conversar conmigo mientras me cortaban el pelo. Nunca lo había visto así... También recibimos el informe de su profesora, quien dice que Jason está "presente" y participa bastante en clase. Por primera vez canta en misa, y nos sentimos muy bendecidos... Gracias por ayudarnos a sanar a mi hijo".

La reacción de Jason a la combinación de mi protocolo y el FMT fue sanadora tanto para él como para su familia.