QUÉ ES LA INFLAMACIÓN

FUENTE: "Alimenta tu cerebro"

Este térmico proviene del verbo latín inflammare, que significa "arder en llamas".

La carne inflamada está en llamas, y no en el mejor sentido de la expresión. Un proceso inflamatorio puede producir enrojecimiento, ardor e hinchazón que acompaña una picadura de mosquito, así como dolor de garganta por un catarro o la inflamación del tobillo por un esguince.

Sin embargo, cuando la inflamación persiste o no cumple propósito alguno, provoca alteraciones en el interior del cuerpo en los distintos sistemas.

De hecho, la inflamación está involucrada en enfermedades tan diversas como obesidad, diabetes, cáncer, depresión, autismo, asma, artritis, cardiopatía isquémica, esclerosis múltiple e incluso Parkinson y Alzheimer.

Tomando el caso particular del Alzheimer. Inflamación es exactamente lo que ocurre en el cerebro de un paciente con Alzheimer. Aunque cuando el cerebro se inflama no se observan las señales habituales de inflamación, como dolor e hinchazón.

Aunque el cerebro es capaz de percibir dolor en cualquier zona del cuerpo, carece de receptores de dolor propios y por lo tanto es incapaz de detectar cuándo está en llamas.

No obstante, durante las últimas décadas, la investigación científica ha demostrado una y otra vez que la inflamación es uno de los procesos fundamentales que subyace en el desarrollo del Alzheimer.

Gran cantidad de sustancias bioquímicas están relacionadas con la inflamación, tanto del cerebro como del resto del cuerpo. En el caso de pacientes con Alzheimer, los valores de las sustancias bioquímicas que indican que hay inflamación -llamadas marcadores inflamatorios- son elevados e incluso pueden usarse para predecir un posible deterioro cognitivo y el desarrollo de demencia.

Entre las más conicidas están las citocinas, pequeñas proteínas liberadas por células que afectan el comportamiento de otras células y que suelen participar de forma relevante en el proceso inflamatorio. La proteína Creactiva, la interleucina 6 (IL-6) y el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α) son citocinas.

Hoy en día podemos producir imágenes del cerebro que nos permiten observar estas sustancias inflamatorias en acción, por lo que es posible identificar las correlaciones directas entre el grado de inflamación y el del deterioro cognitivo.