LA FLORA INTESTINAL PUEDE ENGORDARTE

FUENTE: "Alimenta tu cerebro"

Somos conscientes de la terrible epidemia de obesidad que nos invade, ya que con demasiada frecuencia nos encontramos con grandes titulares al respecto en revistas y periódicos. Las cifras son tan abrumadoras que dan ganas de ignorarlas. A nivel mundial, la cantidad de gente con sobrepeso u obesa ha pasado de 857 millones en 1982 a 2100 millones en 2013, lo que supone un crecimiento de más del 145%.

Los estándares actuales consideran que una persona con índice de masa corporal (IMC, una medida de peso relativa a la altura del individuo) de entre 25 y 29,9 tiene "sobrepeso", mientras que aquellos que tienen un IMC de 30 o más se consideran "obesos".

Las farmacéuticas gastan miles de millones de dólares con la esperanza de encontrar una pastilla milagrosa que permita bajar de peso con rapidez y de forma segura, sin efectos secundarios. Y millones de personas ha vaciado sus bolsillos para comprar "curas" prometedoras -desde libros y revistas, hasta complementos y productos televisivos- que les desinflen los flotadores. Y nada nuevo ha revolucionado aún esta industria. Pero yo creo que hay algo que sí podría hacerlo, y quizá ya te imaginas qué es: "restablecer el microbioma".

Los hallazgos científicos recientes apuntan hacia el poder del microbioma para controlar el apetito, la salud metabólica y el peso. Tener éxito en la aventura de alcanzar el peso óptimo depende de si albergas o no microbios "grasosos".

Los 2 principales grupos de bacterias son las "FIRMICUTES" y las "BACTEROIDETES", y entre ambos representan más del 90% de la población bacteriana en el intestino. La proporción que guardan estos 2 grupos determina el nivel de inflamación y se relaciona de manera directa con trastornos como obesidad, diabetes, enfermedad coronaria e inflamación en general.

Sabemos que una mayor proporción de firmicutes (es decir, más firmicutes que bacteroidetes en el intestino) se asocia con mayor inflamación y obesidad.

¿POR QUÉ? Las "firmicutes" son excepcionalmente hábiles para extraer calorías de los alimentos, por lo que aumentan la absorción calórica del cuerpo. Si puedes absorber más calorías de los alimentos que van pasando por tu tracto gastrointestinal, tienes más probabilidades de subir de peso. Las "bacteroidetes", por el contrario, se especializan en digerir almidones de origen vegetal y fibras en moléculas de ácidos grasos más cortas, que el cuerpo aprovecha como energía. La proporción de firmicutes a bacteroidetes es lo que hoy en día se considera un "biomarcador de obesidad". Esto es un estudio de la Universidad de Harvard.

A inicios de 2015, el American Journal of Clinical Nutrition publicó un estudio que ofrecía mayores evidencias de que los niveles elevados firmicutes cambian la expresion de nuestros genes, y señalaba que esto sienta las bases para padecer obesidad, diabetes, cardiopatías e inflamación. Sin embargo, como se demuestra en este estudio, es posible cambiar la situación. Algo tan sencillo como consumir más fibra dietética puede modificar la proporción bacteriana.