LA LEPTINA ES EL YANG

¿SABES QUE?

LA LEPTINA "ES EL YANG DE LA GHRELINA"

Nora T. Gedgaudas, aclamada terapeura nutricional, define la leptina en su libro "Primal Body, Primal Mind":

En esencia, la leptina controla el metabolismo de los mamíferos. La mayoría de la gente cree que eso es responsabilidad de la tiroides, pero en realidad la leptina tiene el control sobre la tiroides, la cual, a su vez, regula la velocidad del metabolismo. La leptina vigila todo el almacenamiento de energía y decide si hacernos sentir hambre y almacenar más grasa, o si prefiere quemar la grasa existente. La leptina orquesta la reacción inflamatoria e incluso es capaz de controlar en el sistema nervioso la agitación simpática versus la parasimpática. Si alguna parte del sistema (hormonal) falla, incluidas las hormonas suprarrenales o las hormonas sexuales, no podrás resolver el problema de fondo si no controlas los niveles de leptina.

 

¿SABES QUE?

Nora T. Gedgaudas, llama a la leptina "el recién llegado al barrio que toma control de todo el vecindario", denominación que me parece muy acertada. La próxima vez que sueltes el tenedor y te levantes de la mesa, agradéceselo a tu leptina. Cuando tu estómago está lleno, las células grasas liberan leptina que le indican a tu cerebro que deje de comer. Es el freno del cuerpo, lo que explica por qué la gente con niveles bajos de leptina tiende a comer en exceso.

 

¿SABES QUE?

Un estudio publicado en 2004 demostró que quienes experimentaban un descenso del 20% de los niveles de leptina tenían un 24% más de hambre y apetito, y se sentían atraídos por alimentos altos en calorías y en carbohidratos, en particular dulces, aperitivos salados y alimentos almidonosos. Pero ¿qué causó este descenso de leptina? La respuesta es: "la falta de sueño".

 

¿SABES QUE?

La leptina y la insulina tienen mucho en común, aunque tienden a antagonizarse entre sí. Ambas son moléculas que fomentan la inflamación, pero la leptina es una citocina inflamatoria además de desempeñar un papel fundamental en los procesos inflamatorios del cuerpo. Además controla la creación de otras moléculas inflamatorias en el tejido graso de todo el cuerpo y ayuda a explicar por qué la gente con sobrepeso u obesidad es susceptible a tener problemas inflamatorios, incluidos aquellos que aumentan de forma sustancial el riesgo de desarrollar trastornos cerebrales, problemas de salud mental y enfermedades neurodegenerativas.

Tanto la insulina como la leptina son los amos y señores en la cadena jerárquica del cuerpo, por lo que los desequilibrios de estas hormonas tienden a formar una espiral descendente y a causar entragos en casi cualquier sistema del cuerpo, más allá de los que son controlados directamente por estas hormonas.

 

¿SABES QUE?

La leptina y la insulina se ven influidas de manera negativa por cosas similares, y sus principales transgresores son los carbohidratos.

Cuanto más refinado y procesado esté el carbohidrato, más enloquecen los niveles de leptina y de insulina.

 

¿SABES QUE?

Cuando el cuerpo está sobrecargado y abrumado por sustancias que provocan disparos continuos de leptina, los receptores de la leptina dejan de escuchar el mensaje de dicha hormona, ceden el control y te dejan vulnerable a enfermedades y posteriores disfunciones. Así que, aunque aumenten los niveles de leptina, esta ya no funciona, no puede señalarle al cerebro que estás lleno para que así dejes de comer. Y si no eres capaz de controlar tu apetito, tendrás más riesgo de subir de peso y de terminar siendo obeso, lo cual, en consecuencia, aumenta tu riesgo de padecer trastornos neurológicos.

 

¿SABES QUE?

Hay estudios que demuestran que los niveles elevados de triglicéridos, característicos también de una dieta alta en carbohidratos, provocan resistencia a la leptina.

 

¿SABES QUE?

No hay un solo medicamento o suplemento en el planeta que equilibre los niveles de leptina, pero dormir mejor, así como comer mejor, bastará.

Dr. David Perlmutter